Mitos a la hora de ir al psicólogo

Pueden estar relacionados a las dificultades de transmitir a un desconocido nuestro padecer mas íntimo.

por Christian Rodriguez Palacios



El presente artículo me lo prestó un gran colega, el Lic. Juan Cincotta. Sobre su artículo voy a dar algunas pinceladas mías. Sí, lo estoy arruinando lo sé. Le pido disculpas a mi colega. Lo único que Ustedes no van a poder distinguir qué dijo él y que dije yo. No importa.

Muchos de los mitos populares que se sostienen al momento de acudir a una consulta psicológica están relacionados a las dificultades de transmitir a un desconocido nuestro padecer mas íntimo. Contar sobre nuestras angustias, obsesiones, temores, complejos y frustraciones que llevan años acompañándonos, nos ubicaría en un lugar donde la estabilidad mental pueda ser cuestionada, dejándonos desamparados. Este padecer, lleva muchas veces a intentar por diferentes medios, soluciones que recaen siempre en el mismo lugar: la angustia, que se manifiesta de las mas diversas formas:

  • Sensación de malestar constante,
  • insatisfacción sexual,
  • inseguridad,
  • miedo,
  • tristeza,
  • dificultad para conciliar el sueño,
  • uso abusivo de estimulantes y tranquilizantes,
  • conflictos de pareja,
  • rituales y obsesiones.

En otros casos, el hecho que se trate de un desconocido, a algunas personas les facilita el habla. Se sienten menos juzgadas, el espacio se transforma en un espacio propio donde se pueden conversar todos los temas, sintiendo menos verguenza, y a la vez pensando que toda esa "mala onda" tiene por fin un lugar donde expresarse, sin cansar a los conocidos, familiares, amigos. No queremos volcar todas las semanas absolutamente todo el equipaje de negatividad sobre nuestros allegados. Pero en el psicólogo dimos con un lugar donde se puede apretar la palanca y descargar todo el acoplado de una vez, sin esfuerzo, sentados cómodamente, capaz en un asiento reclinable o en un diván.

Si esto es malo o bueno, o si siempre tiene que ser así es harina de otro costal.

Otro mito popular, se asocia a la idea que quienes consultan con un psicólogo, son personas con profundos desórdenes mentales, incapaces de resolver mediante sus recursos psicológicos, los conflictos que los agobian. Esto genera un profundo terror a la hora de consultar.

Pero, el que necesita ayuda en algo, que no se preocupe, porque hasta los grandes Héroes han sido ayudados... y algunos han sido héroes porque los pico una araña... El que se deja ayudar, es más fuerte e inteligente que el que no busca ayuda cuando verdaderamente la necesita. El que reconoce sus debilidades, puede contar una fortaleza más en su colección de fortalezas. Buscar ayuda cuando no se sabe cómo y se agotaron las posibilidades es un comportamiento de inteligentes. Algunos se olvidan del momento de la película donde el héroe sufre un accidente y amanece cuidado en una cama por un desconocido que le salva la vida. Algunos se olvidan que a Superman lo mata la Kriptonita. Y se tiene que recuperar para poder seguir adelante. Así es la vida, no hay blancos y negros, solo en la imaginación. Nadie es héroe todo el tiempo y todos los días. Nadie es débil o fuerte, tenemos debilidades y fortalezas, y las debilidades no nos hacen débiles, sino humanos.

Doy un tip. Cuando se consulta con un psicólogo o psiquiatra por sus propios medios, se está demostrando un signo de salud mental. La persona conserva la capacidad de darse cuenta que tal vez algo anda mal, esta registrando el síntoma. Considera al cerebro como un órgano más también. Bueno, para su tranquilidad, en los desórdenes mentales graves no se tiene conciencia que algo no está bien en mí. Conciencia de síntoma, egosintonía o egodistonía dirían los expertos.

Si venís al psicólogo por primera vez, quedate tranquilo, no mordemos. Yo al menos no. Sabé que se tiene que tener coraje a veces para ir al psicólogo. Si querés ser mejor jugando al tenis, supongo que vas a un profesor de tenis. Si queres aprender a nadar mejor, vas a un profesor de natación. Si te duele el hígado vas al médico. Y si querés pensar mejor, sentirte mejor, mejorar de los nervios, dormir mejor, conocer a ese chico/a, hablar de lo que no querés hablar con nadie, etc., vas al psicólogo. El psicólogo puede ser visto como un profesional de la mente que te va a contar sus secretos también, porque también hacemos psicoeducación, somos los profesores de la mente. Lógico, el campo psi es amplio y no todos tienen esta visión.

Avanzando sobre algunos de los conceptos anteriormente expuestos y a modo de resúmen, las resistencias se presentan con tal fortaleza que los intentos por mitigar la angustia son insuficientes, es decir, a pesar de visitar al médico, hacer los estudios correspondientes, contar nuestras dolencias a familiares y amigos, no hay respuesta positiva frente al dolor. Todo esto forma parte de la demora para hacer una consulta psicológica acentuando todos los síntomas. Nuestras teorías sobre lo que nos pasa dejan de funcionar y darnos respuestas y alivio. Nos angustiamos más. Quizás llega un momento donde pensamos que así no esta bueno estar todos los días. O nos desesperamos.

A no pocos les pasa de decir, porqué no consulté antes!

Prejuicios, pre-juicios...

PROBLEMAS MUY CONSULTADOS

Pánico

Un ataque de pánico es la aparición repentina de ansiedad acerca de lo que está sucediendo en el propio cuerpo. En algunos casos, sin tratamiento puede hacerse muy difícil el día a día y llegarse a estados de desgano y depresión.

Realidad Virtual

Se utiliza realidad virtual para el tratamiento de diversos miedos y fobias. También para la práctica de habilidades sociales, fluidez del habla y ansiedad social. Se controlan los signos vitales mediante oxímetro de pulso.

Autoestima

La autoestima se refiere al concepto que se tiene de la propia valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre sí mismo ha recabado el individuo durante su vida.